GALOPE APASIONADO
No dormí,
escuché el ruido de la
relojería alterando el espacio
y escupí los pedazos de vidrio
azogado
en el estrecho camino
que inventaba metáforas .
Plata muerta,
y me bamboleaba de una orilla
a la otra,
y embarraba mi corazón que
nadie lavaría sino el tiempo.
Dueña de mi prisión, y
envuelta por la noche
salí al camino donde rodaban
las palabras como piedras
sin mirar para atrás
escuchando el silencio donde
el sí y el no jugaban su partida
Vienen por mí,
y huyo de ese galope apasionado
que quiere pasar por mí
y me retuerzo
y desafío al viento y su
sentencia
con un rayo en mis ojos.
Una música saliendo de la
hendidura de mis párpados
inclinó mi cabeza hacia la
vida
y entre presagios enterrados en
un país de lluvias
la pasión se levantó como
tallos de la noche
y una alquimia de nubes me
hospedó entre las sábanas
y me acosté a su lado para
engendrar las sombras.
Los espectros del futuro
le cedieron el paso a aquel
poema,
que sobrenadó mis lágrimas
oscuras,
y pude amarlo hasta verlo
crecer
a la luz de una ventana con estrellas.
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