ESTA VEZ TAMBIÉN HICIMOS EL AMOR EN BUENOS AIRES
Un
soplo original llevando mis pasos a tu encuentro.
Una
humedad dando al abismo y la neblina,
mis
labios vivos pronunciando otros nombres de ausencia
para
poder jugar en un vasto anfiteatro
espantando
la misma queja sin medida
sobre
la inapropiada propiedad
a
la que me rendía confinada.
Esta
vez no divisé las cosas errantes de este mundo
siempre
hubo el amor y este furor sobre la cima del deseo
con
su ala de gaviota trastornada.
Gran
manipulador de encuentros el viento sobre el río
husmeaba
el tema de la nada
y
tu mano en mi mano tomaba tal altura
que
terminó cortada a pique en el umbral de casa,
mientras
que en los confines un coro de muchachas malqueridas
erraban
temerosas entre ilícitos en medio de la vida ciudadana.
Sobre
el lecho que luego abandonamos
quedó
el poema de la noche en medio del despojo,
cabellos
en la almohada, plumas volcadas en la alfombra,
susurros
de un lenguaje puro, con palabras aladas, sin oficio,
nombrándonos
entre mi árido perfume a siempre viva
y
tu perfume de axila encadenando el curso del ciclón sobre este mapa
para
configurar el rostro de algún sueño.
Partimos
como parten los buques de la infancia
en
medio de un sonido y no bastaba reír bajo las lágrimas,
hicimos
el amor en este puerto,
tu
te quedaste velando entre las guerras,
yo
quedé ciega aliviando el dolor de la demencia
en
un gran almacén vendiendo fábulas.
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